Lectura veraniega

Tengo muchas cosas que mostrar y  lo iré haciendo poco a poco. Una de ellas es el libro que ahora tengo entre manos. Terminé de leer La evolución de Calpurnia Tate, que me ha traído a la memoria mis veranos juveniles, con una historia fresca,  dulce y bonita y muy atractiva para alguien de ciencias como yo. Me ha gustado mucho y eso hasta cierto punto me mosquea, porque llevo muchos libros seguidos sin ningún abandono; prefiero pensar que los elijo bien, aunque la ley de probabilidades dice que debe andar uno cercano.
Bueno, a lo que iba, he decidido seguir una sugerencia de mi marido, lanzarme a la literatura fantástica y leer El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. Me comenta que es un libro diferente, especial, de los que dejan huella.

Lo que dice en la solapa desde luego invita a leerlo:

"Atípica, profunda y sincera...es una novela de aventuras, de historias dentro de otras historias, de misterio, de amistad, de amor, de magia y de superstición, escrita con la mano de un poeta y que ha deslumbrado -por su originalidad y la maestría con que está narrada- a todos los que la han leído."

Pues a por ella.