Esta era una de las lecturas propuestas para el mes de mayo en Leyendo junt@s a que me apunté. Mis compañeros de lectura la ponían estupendamente, les gustó muchísimo y a mí me atraía desde hace tiempo, así que me lancé.
La sinpopsis:
La habitación me resulta extraña. Desconocida. No sé dónde estoy ni cómo he llegado hasta aquí. No sé cómo voy a volver a casa...
Christine sufre las secuelas de un terrible accidente: solo logra retener recuerdos durante un día. Vive atrapada en una existencia en la que se despierta cada mañana creyendo que es joven y con el futuro por delante, para descubrir después que es una mujer de cincuenta años, casada y con una vida más que hecha.
Este es el angustioso mapa de los intentos de Christine por lograr que todo lo que la rodea cobre sentido. Cada día aprende que ha estado viendo a un psicólogo que está ayudándola a recuperar la memoria y que, siguiendo sus sugerencias, ha estado escribiendo un diario para documentar sus recuerdos. Pero poco a poco va dándose cuenta de que algo en la imagen que va formando de su vida no termina de cuadrar, hay algo que no encaja en el rompecabezas.
La novela se publicita como Un thriller claustrofóbico. Perturbador, adictivo y deslumbrante. Estoy de acuerdo con los tres primeros calificativos, y aunque he de decir que a mi no me ha gustado demasiado, sin embargo la leído con fruición por enterarme del misterio que entrañaba y poder pasar al libro siguiente.