Mes de la novela negra: Los chicos que cayeron en la trampa

Los chicos que cayeron en la tampa es el segundo caso del Departamento Q, liderado por el subcomisario Carl Mørck, y su heterodoxo equipo, el sirio Assad y la nueva adquisición, Rose, sin  olvidar a Hardy, su compañero tetrapléjico, que también hace alguna aportación.

El primer libro de la serie Departamento Q lo leí el año pasado y lo comenté aquí. Me quedé con las ganas de leer los siguientes y por eso he aprovechado este mes de la novela negra organizado por el blog Negro sobre blanco para leer los siguientes.

El nuevo caso del Departamento Q es igual de apasionante o más, diría yo, que el primero. Esta vez tienen que enfrentarse a un caso antiguo, como todos los que son de su incumbencia, pero con la diferencia de que éste está cerrado ya que un culpable cumple condena en prisión. Pero es un caso cerrado en falso e inesperadamente aparece en sus oficinas el dossier y este es el punto de partida de la investigación. El caso en cuestión  es el brutal asesinato de dos hermanos en una cabaña de veraneo, cometido hace más de una década. Desde el principio el autor muestra a los culpables, y en el desarrollo de la novela se busca probar su implicación en éste y otros asesinatos y palizas, además de mostrar sus muy desagradables aficiones. Es una novela negra,  pero esta vez los culpables no pertenecen a los "posos" de la sociedad,  clases bajas, deprimidas o marginales, que también están presentes aunque de forma colateral. En este caso es "espuma corrupta", pertenecen a la jet, a los poderosos, con tentáculos en lo más alto de todas las instancias.

Es una novela adictiva, con un caso muy interesante y también con pinceladas a la vida particular de los   investigadores. Al ser una serie son muy oportunas, porque van mostrando un poco más de sus personalidades y de la peripecia vital de estos personajes que llegan a hacerse entrañables. Es una novela independiente que puede leerse perfectamente sin haber leído la primera, pero hay un hilo conductor o conector entre ambas, con referencias sobre todo en cuanto a lo personal y a por que los personajes están donde están. Como curiosidad diré que hay bastantes alusiones a España a pesar de que, como es natural, se desarrolla en Dinamarca.

En definitiva, me parece totalmente recomendable, muy entretenida, con algunas pincelas de humor y muy bien escrita. Al terminarla quedan ganas de más, por eso ahora estoy leyendo el siguiente caso: El mensaje que llegó en una botella, y también leeré el siguiente cuando se comercialice y me haga con él: Expediente 64.